Mente abierta

La mente es como un paracaídas – funciona mejor cuando se abre.  Cuan rápido asumimos y llegamos a una conclusión. Cuan fácilmente formamos y tomamos  nuestra opinión rápidamente. Una mente abierta y entendida nunca asume, concluye  y no toma rápidamente una opinión.  Aunque sabemos que siempre hay muchos puntos de vista y que viendo cada uno es mas gratificante, entretenido e iluminador.

Pensamiento de calidad

La calidad de pensamientos crea la calidad de vida.  Buenos pensamientos, buena calidad de vida…

Si inicia algo, termínelo u olvídelo

Una tarea no terminada permanece en dos lugares – en la localización actual de la tarea y dentro de su cabeza.  Tareas incompletas en su cabeza consumen energía de su atención royendo su conciencia.  Ellas son como un sifón pequeño de su poder personal conforme se sigue retrasando.  No necesita ser perfeccionista, esto es debilitante en un mundo imperfecto, pero es bueno ser “finalista”.  Si inicia, termínelo u olvídese.

Felicidad

Es el arte de vivir, el propósito de nuestra existencia.  La felicidad es el verdadero índice de calidad de vida.  Sin felicidad la vida es seca y sin sentido.  Con felicidad la vida se vuelve inmediatamente llena y maravillosa.  La felicidad es un sentimiento infeccioso que inmediatamente eleva  el espíritu flojo de la gente.  La gente feliz se mantiene a sí misma feliz porque ellos conocen los pequeños caminos para apreciarse a sí mismos y ver el humor y la magia en cada momento.

Relaciones

Buenos sentimientos por otros son como un ungüento que sana las heridas y restablece la amistad y las relaciones.  Los buenos deseos son generados en la mente, son transmitidos a través de tu actitud y son reflejados a través de tus ojos y sonrisa.  La sonrisa abre los corazones y la mirada puede hacer que ocurran milagros.

Silencio

En el océano del silencio puedes descubrir tus tesoros eternos de paz, amor y felicidad.  En el silencio puedes permitir que los malos sentimientos y el pesar del pasado se disuelva, En silencio puedes escuchar el susurro de Dios diciéndote; “Ven hijo y descansa conmigo.  Tu eres un alma de paz”.

Ayúdate a tí mismo

Desafortunadamente estas dos palabras tienden a describir la cultura de egoísmo y materialismo en la que vivimos la mayoría.  Ello resulta no en auto-ayuda sino dependencia.  Nuestra educación y nuestros modelos de rol no nos dan el coraje para ayudarnos a crecer, cambiar y expandir nuestras capacidades como seres humanos.  La verdadera auto-ayuda significa reconocer que nadie más es responsable por nuestros pensamientos y sentimientos, y que somos víctimas porque escogemos serlo.  Nuestro destino solamente está en nuestras manos, aunque todas las aparentes evidencias indiquen lo contrario.  Aprender a ayudarnos a nosotros mismos es también un requisito para darle la mano de ayuda a otros.  Siempre necesitamos ventaja de tiempo en tiempo, pero una vez ahí, estamos por nuestra cuenta.

 

Mire antes de saltar

Cualquier cosa que haga, revise las consecuencias y luego hágalo.  Así nunca dirá que no sabe por qué sucedió algo. No significa que suceda.  Si no pone atención, las líneas de tensión se volverán visibles en su cara.

Aprender una lección

En lugar de tener miedo de las situaciones, considera que son maestros y aprenda la lección de ellas.