Rendirse elegantemente

Nosotros nos rendimos por rendición elegante. Los gansos se rinden con los primeros vientos de otoño, y piensan en volar al sur. Las flores se rinden a la noche y se levantan hacia el horizonte con la salida del sol el otro día. Una madre se rinde a las necesidades de su bebé, y el niño se rinde ala sabiduría del padre. Este tipo de rendición es dulce y natural. Ellos son elegantes movimientos en una danza de la sutil sinfonía de la vida.

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